lunes, 15 de octubre de 2007

Nos va la marcha……


Hoy os hablo desde la posición de usuario, una vez superada la etapa de novedad, los clientes acaban siempre comparando, valorando y sacando conclusiones.

Comienza así mi relato para poner negro sobre blanco entre comprar barato y acabar pagando un precio distinto del percibido a priori bajo promociones de dudosa reputación.

El pasado martes viaje a Paris desde Girona con Ryanair (0,06€) x 2, el primer problema surge cuando no puedo desactivar el botón que me vende un seguro, (14,50 €) decido proseguir ya que lo mas importante es tener billete para viajar total como el pasaje es barato por ese precio… (enter).

Llego al aeropuerto y en mi neceser viaja un bote de colonia medio vació de 125 ml. Lo detectan y he de bajar a facturar el equipaje de nuevo, ya que sobrepasa la medida para viajar en cabina, eso son solo molestias (pero ya empiezas el viaje cabreado).

Llegamos a Paris baja una gruesa capa de lluvia, el avión nos deja alejados del acceso con lo que llegamos a la terminal empapados.

Había contratado en las paginas de Ryanair un servicio de traslado (Capitol Shuttle) que pague en el momento de su reserva (220 €) ida y vuelta al día siguiente, debía estar ahí alguien esperándome con un rotulo con mi nombre, nadie aparece, acabo contratando un taxi, para que después de 90 Km. (200 euros), me deje en el centro de Paris.

Al día siguiente, regresaba de nuevo a Girona, después de pedir otro taxi (150 Euros) la puntualidad es extrema, nada que objetar, llegada a Girona con una tormenta de las que hacen época, el avión nos deja a mas de 800 metros del acceso a recogida de equipajes, un palmo de agua cubría el suelo de la pista, además de caer un chaparrón descomunal, abrieron las puertas y ya conocen la frase, (m…… el ultimo).

Empapados es poco, una pareja de edad avanzada, con dificultades para su movilidad, hizo exactamente lo mismo que los jóvenes, “Empaparse”, nadie les brindo un paraguas, de la compañía había dos personas con sendos paraguas para controlar que los pasajeros siguieran las rutas establecidas hacia la terminal, no movieron sus pies del suelo para ayudar a una señora con un bebe en su mochilla, ni a los Sres. mayores.

Yo ya he tomado una decisión después de calcular los pro y contra, ya no viajo mas con esa gente, prefiero pagar un poco mas, que tampoco es tanto, y que me sirvan y se ocupen de mi, además de las garantías que me aportan las demás compañías.

Una vez conocido lo que es low cost, mi decisión es la siguiente me paso al middle cost o al hihg cost, una vez hechas las cuentas, podía haber volado a un aeropuerto principal, con una compañía “normal”, mas cerca de la ciudad.

Resumiendo, lo que al final importa es el coste por servicio recibido, (que me hubiera costado igual o más barato con una compañía Standard), es que a veces nos dejamos llevar por una oferta de viajar por diez céntimos de euro cuando al final nos cuesta más de cuatrocientos euros.

(Todos contamos que hemos comprado pasajes de avión por un euro, MENTIRA, súmale tasas (43,00), impuestos (12:00), equipaje (14:00), seguro (14:50), suma y dime cuanto pagas).

Concluyo pensando, que en el fondo nos va la marcha, el único responsable de que me desatiendan así solo soy yo, y no será porque mi abuelo no me dijera veces “comprar barato es comprar dos veces”.

Saludos cordiales

4 comentarios:

Unknown dijo...

Juan:
como decía un dicho "lo barato sale caro". Justamente hacia una pequeña referencia a este tema un post la semana pasada.
Yo soy de tu opinión, prefiero viajar con el que me "asegura" un servicio que pagar menos y sufrir incidencias. No soy de los que alardea " tio me fui el finde a London por 15.00€...". ¿Cuantos trenes tuviste que coger?¿que retrasos sufriste?...De momento trataré de aprovechar alguna ganga pero puede que me una a tu clan más pronto de lo que crees.

http://turisblog.blogspot.com/2007/10/tendencias-aeroportuarias.html

Anónimo dijo...

Está claro que el modelo low-cost y el tradicional son distintos y cada cliente debe ser consciente de lo que elige.

Aunque también es cierto que años atrás viajar a París no costaba lo que ahora y si no fíjate cómo la misma compañía que compite en precio con una low-cost en un trayecto que compiten, luego en otro trayecto recupera todo lo perdido (ejemplo: con la misma compañía resulta mucho más barato un Barcelona-París que un Lyon-París, sospechoso, no?)

A parte de eso, yo normalmente elijo low-cost en condiciones como:

- Cuando el aeropuerto de salida está más cerca de mi casa y me ahorro kilómetros.
- Cuando la compañía me ofrece un trayecto que no está cubierto por las otras y/o fechas y horarios que cubren mis necesidades.
- Quiero hacer una ruta en destino: llegar a un aeropuerto, hacer ruta y volver por otro. Las tradicionales suelen "castigar" a los clientes que hacen eso, pero muchas low-cost no porque facturan por trayecto.
- Cuando me permite coger un vuelo directo y me evito hubs (lo valoro mucho).

En el resto de ocasiones, una tradicional te ofrece comodidades indiscutibles. Cada uno debe valorar qué le compensa más, siempre que cumplan, claro.

La última vez que he volado fue a principios de julio con Ryanair y me fue de maravilla. El aeropuerto de salida se encontraba 100 kilómetros más cerca de mi casa. En el aeropuerto de llegada, el autobús que nos llevaba estaba en la misma terminal, el primero que encontrabas, y nos dejó en el centro, al lado de la estación de metro central de Victoria. El precio del billete, con todos los extras, unos 100 euros. El precio del autobús, ida y vuelta 40 euros. La salida, a las 5 de la tarde, la vuelta a la 1 del mediodía. Ningún retraso ni ninguna incidencia.

Espero que la próxima salida tengas más suerte y te vaya mejor. El día que tenga yo mala suerte igual vengo por aquí a llorar, que con esta gente (tanto da tradicional como low-cost) nunca se sabe... son fuente inagotable de anécdotas ;-)

Una abraçada des de les Terres de l'Ebre
Carme

Anónimo dijo...

De todas formas, sólo volveré a Londres si es necesario, pues cuando llegas allí te encuentras con una ciudad carísima. Pero para gustos, los colores.

Anónimo dijo...

Bueno, de acuerdo que se pueden tener malas experiencia con una compañía low-cost, pero la mayoría de esos problemas se ven venir de lejos antes de hacer un viaje.
Yo ya tengo cierta experiencia en esas compañías y he viajado con ellas a Barcelona, Londres y Lisboa. Al reservar los billetes ya sabes lo que te van a cobrar, si te engañan en esto es tu problema, hay que comparar con otras compañías que siendo tradicionales en determinadas épocas y fechas pueden ser más económicas al final. Luego está el tema de transporte al centro de la ciudad. En mi caso, siempre he encontrado un autobús, un tren o algún transporte mucho más económico que un taxi. Eso depende de cómo quiera viajar cada uno.
Por otra parte, nunca me han dejado lejos de la puerta ni me han puesto problemas con el equipaje de mano, pero es que las medidas y el contenido de la maleta ya las comprobé antes de llegar al aeropuerto, y las normas son las mismas para las low-cost y las tradicionales.
En resumen, yo no he tenido ningún problema y realmente sí me he ahorrado mucho dinero.