miércoles, 1 de agosto de 2007

Critica para construir una “tribu” mejor.



Me ha pedido junto a los demás compañeros de blog, opinión acerca del estudio “plan Horizonte 2020” en concreto del área Innovación que gestiona y lidera D. Guillermo Díaz Montañés del ITH. Por mediación de de Jimmy Pons buen amigo y bloguero al que no me podía negar y que voy a compartir con todo aquel al que pueda interesar.

Podría hacer un articulo basado en el rigor y la seriedad académica que es probablemente lo que de mi desearían para seguir profundizando mas allá de la brecha que mi texto pueda o sea capaz de abrir, pero no puede ser así, ya que el que suscribe, ni tiene rigor ni capacidad, solo posee experiencia y además sesgada por mi ámbito de actuación en el territorio y a la actividad que he dedicado toda mi vida profesional.

He pasado por casi todos los campos del sector, en hosteleria de costa, de camarero, botones, recepcionista, director de hotel, y finalmente soy agente de viajes receptivo, pongo siempre énfasis en la palabra receptivo, ya que me suelen confundir como agente de viajes tradicional vendedor de billetes aéreos, y si he de deciros la verdad, no sabría como llenar uno de estos boletines.

Pero si en algo he acumulado experiencia es en trato con propietarios de hoteles, tour operadores, transportistas, guías, clientes, etc.,

Centraría pues mi expertise en el conocimiento de la estructura física inmovilizada que caracteriza nuestro sector, (los Hoteles), los destinos y además por mí día a día la distribución, comunicación, promoción, y la capacidad para liderar equipos de personas de atención al cliente final.

Para entrar en materia, permitidme una breve crítica sobre el plan.

Empezare diciendo que el estudio que propone Turespaña en su estrategia de Horizonte 2020, mejor este plan que no hacer nada.

Analizan todos parámetros posibles a fin de estructurar una mejor oferta del producto turístico Español para el 2020.

Siempre he sido critico con los plazos, cuando la empresa (realidad en el mercado) esta en un entorno constante de cambio, y los planes no superan largos periodos, difícilmente en un entorno así el plan para 2020 cuando este en condiciones de implementarse, se darán las condiciones actuales.

Primeramente antes de empezar a gestionar, el primer planteamiento del ejecutivo en el gobierno debería poder responderse una pregunta “¿en que negocio estoy?”.

Segundo, el turismo se ha traspasado a las diferentes comunidades autónomas, gozando de una estructura “Federalista” para un modelo estatal “centralista”, aqui cabe hacer una reflexión muy importante para seguir con el análisis y elegir el mejor modelo para avanzar (demasiadas marcas para un mismo negocio).

Los componentes del sector turístico son de una transversalidad indiscutible, hay que reconocer a todos los actores que confieren este espectro.

Básicamente los más notorios en la solicitud de acciones a los diferentes gobiernos de España que se han ocupado de políticas turísticas, obedecen a las acciones de lobby efectuadas por el sector más insistente, “La hosteleria”.

Hay que reconocer su dinamismo, pero a la vez decirle a la administración (por si no lo sabe) que Turismo engloba muchos mas sectores, que normalmente no reclaman con la insistencia que lo hacen los demás.

La hosteleria ha sido y sigue siendo muy hábil a la hora de hacer comprometer al ejecutivo en las inversiones en comunicación y promoción de las excelencias de nuestra oferta turística en los mercados.

Valoro la importancia de establecer políticas de medio ambiente, de conocimiento, estrategias de mercado, análisis, consumidores, mejorar la capacidad de acceder a mejores mercados de renta un poco más alta que la actual. Etc.

Pero si respondemos a la pregunta inicial. Nos daremos perfecta cuenta que el sector mayoritario de oferta turística Española sigue siendo “Sol y Playa”, hasta ahí no creo que haya discrepancias acerca de esta afirmación.

En un amplio ejercicio de imaginación, si como empresa debiéramos hacernos cargo del negocio turístico de todo el país, en primer lugar analizaríamos el disponible, estado y revisión.

Después veríamos posibilidades de crecer o de decrecer para aumentar calidades, marca, precio, posicionamiento, etc.

Aplicar una vez detectado los diferentes estados, políticas de reforma y verificación sostenible para afrontar los retos del futuro inmediato.

Conocemos a nuestros competidores, conocemos a nuestros mercados, sin embargo este país a pesar de una larga historia en el sector turístico y modelo de referencia para países emergentes su carencia principal siempre ha sido la “distribución” a excepción del aporte que el receptivo ha efectuado a lo largo de la historia, sin reconocimiento alguno (seguimos sin aportar conocimientos en las comisiones de expertos).

Otro de los retos es la ordenación del territorio, las salvajadas urbanísticas cometidas a lo largo del tiempo, han de desaparecer para siempre si pretendemos seguir liderando en Europa.

Pero los retos más importantes, están en:


Infraestructura de destinos y planta (hoteles), formación, recursos humanos, y buscar de una vez por todas solución a la financiación de los municipios turísticos.

Sin embargo el énfasis del estudio se centra en los mercados, el consumidor, y sostenibilidad, se hacen guiños a la innovación, al conocimiento, a las nuevas tecnologías etc.

Hablando siempre de “Sol y Playa” tenemos una infraestructura creada en el siglo XX, pretendemos seguir siendo lideres en el siglo XXI, todavía hoy las necesidades del consumidor no se satisfacen en la demanda que se producía a finales del siglo XX, los ajustes de oferta y precio han de experimentar sustanciales cambios si queremos afrontar el futuro con cierta garantía de éxito y satisfacción para nuestros clientes, pero para ello habrá que hacer sacrificios de todo tipo.

Estamos acostumbrando al Estado a que regule “todo”, personalmente no creo que sea positivo, cuando eso ocurre la capacidad del emprendedor o empresario para la innovación desaparece, frente a la seguridad de que lo básico esta cubierto.

Últimamente han irrumpido en la actividad empresarios de otros sectores que atraídos por la alta rentabilidad, tanto de activos fijos, como del circulante han visto en el sector una oportunidad de dinero fácil, en un sector “vocacional” propiciara tener que compartir espacios cuyos objetivos nada tienen que ver con la actividad. Comportara polémicas en etapas de crisis, creando desestabilización, oferta obsoleta, y por defecto caída de precios.

Podríamos seguir llenando paginas y paginas acerca de hacia donde deberíamos ir, el final del recorrido esta aun por escribir, con lo cual nos adaptaremos en la medida de nuestras posibilidades y capacidades, hacerlo bien para todos es muy difícil por no decir imposible.

El éxito por mucho que les pese a algunos depende del mercado y de nuestra capacidad en dinamizar los destinos, las empresas, las personas, y lo que nuestros clientes decidan, por mas planes que diseñen los ejecutivos de turno.

Espero haber contribuido al análisis, pero no a las soluciones, (si las tuviera seria rico), ahora he de seguir atendiendo a mis clientes, pero si de algo estoy muy satisfecho en esta vida es pertenecer a esta “tribu”.

Saludos cordiales desde la Costa Brava

Joan Gou i Campamar

1 comentario:

Anónimo dijo...

Sr. Gou,
Estoy de acuerdo en muchas de sus exposiciones, que su experiencia le acredita.
Yo creo que lo primero que habría que hacer en Turismo de España, es dignificar esa palabra. No se puede emplear en el sector como se está haciendo una mano de obra de bajísimo nivel, sin idea sobre la profesionalidad de un camarero, recepcionista, agente de viajes, guía turístico, etcétera.
Las proposiciones de la UdG (Universitat de Girona) basadas en la preparación del personal, y en su efectividad a la hora de realizar sus labores, tendrían que ir acompañadas al mismo tiempo de una estabilidad laboral, un sueldo acorde y una dignificación del puesto de trabajo.
Mientras eso no ocurra, seguiremos trabajando a bajo precio, con países emisores de cada vez un inferior poder adquisitivo y sobre todo empobreciendo la imagen de la tan deteriorada Costa Brava. Y ya no hablo de la del Maresme, que eso está aún peor.
La dignificación del nombre TURISMO debería empezar por los propios hoteleros y agentes de viajes. Se utiliza una mano de obra sin capacidad y quizás debido a los bajos salarios, se obtiene una atención al cliente prácticamente nula o en el mejor de los casos, muy deficiente.
Es el pez que se muerde la cola. Hasta que no haya una legislación específica en el acceso a los puesto de trabajo con una dignificación de los salarios y del puesto, seguiremos careciendo de esa profesionalidad que el sector exige.
Un saludo