jueves, 16 de septiembre de 2010

La única libertad que te da el dinero es la libertad para decir no.



Esta es la clave del sector turístico, (y otros muchos) la falta permanente de este lubricante para el motor económico.
Viendo este interesante debate http://comunidad.hosteltur.com/post/2010-09-13-post-abierto-a-jos-manuel-bermdez-consejero-de-turismo-de-tenerife, me ha proporcionado excitación neuronal suficiente para ponerme frente al ordenador y desordenar mis esquemas “políticamente correctos”.
Pido disculpas de antemano si este desenfreno acaba por pisar algún callo.
Las empresas interactúan en libres mercados, dejemos pues que fluyan las interacciones y si se incumplen los códigos, éticos, o mercantiles hay que denunciarlos (interna y externamente).
El sector turístico está compuesto de “empresarios” con visiones muy endógenas del los destinos, su falta de visión colectiva hace que las decisiones sean egocéntricas, cuando se apela al sector se habla en tercera persona.
Los políticos en los distintos niveles de la administración lejos de hacer cumplir las leyes que ellos promulgan y regulan, se limitan a satisfacer la casi única y exclusiva demanda sectorial que es la de invertir “mas” en promoción (independientemente de que el producto reúna las condiciones optimas para ser presentado en catálogos).
Desde que asistía a reuniones empresariales o de patronatos, (últimamente estoy apartado de pertenencias dada la incomodidad que genera mi presencia y carácter) el tema siempre fue el mismo, unos piden, (empresarios) los otros señalan que no hay recursos, (administraciones) pero siempre se acaba aprobando una derrama extraordinaria para celebrar un centenario, aniversario, o el año de la alcachofa, (todos mis respectos para esta verdura tan diurética) se cumple la petición finalista en cualquier larga reunión (no por los contenidos, si no por la falta de orden), se acuerda por unanimidad que “ señores, hay que hacer cosas”, bien, la traducción de “hacer cosas” es “gastar dinero en promoción” y todos satisfechos, se levanta la sesión, los comentarios en las cafeterías (empresarios, ya te decía yo que les sacaríamos la pasta) en la otra cafetería (menos mal que les hemos recortado sus expectativas).
En mi etapa empresarial (aun vigente) siempre he estado inmerso y he participado en condición de implicado con el sector y en aprobar presupuestos en múltiples instituciones tanto públicas como sectoriales dedicadas prioritariamente a promocionar destinos (publicas), y a defender al sector (las sectoriales) jamás he recibido resultados, ni yo ni nadie los ha solicitado y si alguna vez lo hice, aun los estoy esperando.
La pregunta permanente es ¿Habrá en algún momento en la historia futura personaje público capaz de enfrentarse a los empresarios y decir sencillamente NO?
Desde el empresariado deberíamos hacer un análisis interno, critico y severo, liderar la oportunidad de demostrar y demostrarnos que también tenemos capacidad de reconducir nuestros errores en defender patronales inamovibles e inoperantes.
Poner a debate si empresas y administraciones deben seguir en este “juego” de como redistribuir los recursos públicos, (en el caso que sigamos pensando que la administración ha de seguir pagando la factura promocional de este país) ya no es tiempo de “hacer cosas”, es tiempo de ser exigentes en la gestión interna de proyectos globales de destino perfectamente elaborados con objetivos concretos y perfectamente medibles, después pedir explicaciones y depurar responsabilidades.
No existe sector económico en todo el mundo en que la administración soporte el coste promocional
Spain is “still” different
Lo peor del método es que la administración ni tan siquiera verifica ni controla la calidad de la oferta por la cual invertirá ingentes sumas.
No entra en mi imaginación que en una empresa el departamento de Marketing no dialogue ni verifique la calidad de producción, mientras la dirección general juega al golf.
Hay que negociar en los presupuestos de gastos, las partidas de promoción directa al mercado con los gastos de desplazamiento de representantes de la administración, todos los sabemos, pero todos aceptamos “pulpo” como animal de compañía, hasta el límite que somos capaces de hacernos trampas al solitario.
Fijaros que detrás de cada párrafo subyace la palabra aunque no se mencione “dinero”.
Probablemente el tono del articulo respire “rencor”, en absoluto, es una sencilla y llana descripción de un punto de vista fruto de años de experiencia invariable en el tiempo y en procesos, a muchos implicados les podrá parecer incluso grotesco, el objetivo es la reflexión (no pisar callos), cada lector se podrá ver reflejado en él, el deseo es que la complementéis con vuestros comentarios, que serán la riqueza del debate, yo solo soy un instigador.
El día que aprendamos el valor del enunciado de este breve post, probablemente estaremos encauzando una nueva dirección para nuestro querido sector.
Saludos cordiales desde la Costa Brava

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