jueves, 14 de agosto de 2008

Hemos llegado a Bueno


Cuando entablamos una conversación hay un momento en que alguien de los que participa agota la paciencia, harto de darle vueltas a lo mismo va y esgrime “Bueno”, palabra que se usa como punto y aparte.

Las relaciones entre compañías aéreas de bajo coste y los retailers o vendedores de producto sin contrato con el prestatario acaban de abrir un debate y pretenden enfrentar al prestatario con el cliente final, lanzando acusaciones a las agencias online, en definitiva se están peleando por la propiedad del cliente.

Ante estos hechos, vamos las reacciones probables.

¿Que hará el cliente?, al que le cancelen el vuelo, acordarse de la familia del presidente de Ryanair, después de la familia de la agencia afectada y seguidamente un exabrupto general a todo el sector de la distribución, sin limitaciones.

(Aunque no formemos parte, el problema nos acabara salpicando)

¿Qué hace una agencia off line?, divertirse con el problema que tiene su colega (que no ve como tal) si no como su competidor (el que le robo los clientes) deseando que se hunda en el fango.

(Ninguna agencia de viajes haría una afirmación como esta, solo es producto de alguna mente fuera del sector)

¿Qué hacen las demás compañías?, encantadas con el presidente por atreverse a hacer lo que ellos querrían hacer pero no tienen webs.

(Si les invitara a unirse a la causa, conocería más a sus rivales)

¿Qué hacen las demás afectadas?, minimizar el impacto y ver si pueden trasladar todo el peso hacia un competidor, cuan mas grande mejor, (acción conocida como limpieza de mercado).

(Que mejor que un refrán para ilustrar el comentario, Ande yo caliente….)

¿Y el mercado en general?, (personas) estos de momento revisan si han comprado un billete recientemente y con quien, si es afirmativo, solventar el problema, si es negativo, como no va conmigo, a leer la prensa y ver como en los telediarios los afectados hacen declaraciones contra la compañía, alegrándose de no estar entre esta panda de “listillos”, así es la sociedad.

La sociedad, empieza a entender que en el mundo analógico y en el digital tienen cabida las malas praxis, en definitiva el mercado esta compuesto de personas, con sus habilidades y sus deficiencias.

El problema de la sociedad actual parece ser que esta en saber quien es el delincuente, (la prestataria o el intermediario), esto esta aun por resolver, lo que si es cierto, es quien es la victima, esta plenamente identificada.

Una vez resuelto el dilema, nos quedara un escenario más o menos así:

Clientes en tierra.
Agencias online penalizadas por las administraciones y asociaciones de consumidores.
Competidores buscando alternativas para puentear la situación, (la tecnología es mas rápida).

La compañía aérea en este caso Ryanair, creo que ha hecho una mala inversión en imagen de marca, hasta la fecha le salían bien las operaciones escandalosas revirtiendo en publicidad gratuita, pero eran “Yo contra mis competidores”, incluso podían ser divertidas para los usuarios, pero esta vez le dio de lleno a la mano que le da de comer, ahí las reacciones serán categóricas.

A poco que un cliente pueda elegir entre varias compañías para el mismo fin, podrían optar por la competencia, no fuera que mañana le de al presidente, por llenar los depósitos de agua en lugar de queroseno en protesta por la subida de carburantes.

No se si la frase que a menudo recitaba mi abuelo tiene validez aplicada como moraleja a esta historia o relato, decía: “Comprar barato es comprar dos veces”.

Estamos ante una nueva modalidad de secuestro de libertades ante unos supuestos vacíos legales.
En la sociedad mercantil si dos empresas no están de acuerdo en sus relaciones operativas, tienen sanciones jurídicas por incumplimiento de contrato, probablemente el caso que nos ocupa no este previsto en el código de comercio, con lo cual habrá que estar expectantes en la resolución del caso que acabara creando jurisprudencia.

Mi apoyo a las agencias de viajes online que para eso somos colegas de profesión, ¿Quién dijo que en este sector no hay corporativismo?
Saludos cordiales.
Un agente de viajes receptivo

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