Esta vez dedicare el post a una reflexión comparativa de servicio, e intentare ilustrar como si tratase de dibujar con palabras, para que cuando lo leáis se os dibuje en la mente, es un reto para mi ya que no se si tendré la capacidad para semejante ejercicio.
En una de las salidas durante la estancia en Myanmar, despertador a las cuatro de la madrugada , maletas listas a la puerta de la habitación a las cuatro treinta, cuatro cuarenta y cinco desayuno, acto seguido salida hacia el aeropuerto a las cinco treinta, vuelo de hora y cuarto, llegada a Bagan.
Ciudad repleta de pagodas diseminadas por toda la geografía, una vez en el aeropuerto nos percatamos de que había una cantidad importante de vendedores ambulantes, nos siguen en sus motocicletas hasta la primera parada, bajamos del autocar y nos asediaron con relativa corrección ofreciéndonos sus artículos, (incluso nos pareció gracioso), he de decir que con cierta insistencia, así durante todo el día, parada tras parada, he de reconocer que llegaron a ser “molestos”, en cuanto decías “No thanks” dejaban de insistir con suma educación, hasta que llegaba otro vendedor@.
Después del almuerzo, esperaban nuestra salida para seguir con su actividad, llegados a un punto, le pregunte a nuestra guía Sanda, vista la insistencia y conocimiento del recorrido de los vendedores si recibían los guías comisión por las ventas, ella, se quedo perpleja con mi pregunta, pero tuve mi respuesta, que es la que me lleva a esta breve reflexión: dijo, aunque me la ofrecieran, no la aceptaría, ellos llevan varios meses sin ver un solo turista y este es su modus vivendi además de sus tareas habituales me siento muy orgullosa de poder compartir con mis compatriotas la posibilidad de ganar un dinero extra para la economía familiar, sin que Uds. se sientan molestos por ello, aunque comprendo que a veces tanta insistencia agobia, el rendimiento de sus ventas tal vez les alcance por insignificante que para Uds. sea la compra, para subsistir por unos meses o comprar artículos alimenticios que de otra manera no se podrían permitir, ¿Cómo iba yo a cobrarles comisiones?.
Me imagino que en estos momentos del relato vuestras mentes ya están dibujando paralelismos comparativos.
Ayer le decía a Albert Barra en un correo privado entre otras cosas la siguiente frase “Seria mas rentable llevar a mis empleados una semana a Myanmar que un seminario en la mejor escuela de negocios”.
Deseo que la interpretación de este post sea en sentido positivo y comparativo, leído de otra forma no tendría sentido alguno.
Hablando con mi compañera Montse que me acompaño en el viaje, de regreso haciendo comentarios acerca del servicio recibido por Sanda, me decía, si alguien tuviera que venderte el Arco iris, que prefieres, ¿alguien que te describa el proceso físico científicamente a la perfección o la descripción de un ciego?
Yo lo tengo muy claro, espero que vosotros también.
Saludos cordiales.
En una de las salidas durante la estancia en Myanmar, despertador a las cuatro de la madrugada , maletas listas a la puerta de la habitación a las cuatro treinta, cuatro cuarenta y cinco desayuno, acto seguido salida hacia el aeropuerto a las cinco treinta, vuelo de hora y cuarto, llegada a Bagan.
Ciudad repleta de pagodas diseminadas por toda la geografía, una vez en el aeropuerto nos percatamos de que había una cantidad importante de vendedores ambulantes, nos siguen en sus motocicletas hasta la primera parada, bajamos del autocar y nos asediaron con relativa corrección ofreciéndonos sus artículos, (incluso nos pareció gracioso), he de decir que con cierta insistencia, así durante todo el día, parada tras parada, he de reconocer que llegaron a ser “molestos”, en cuanto decías “No thanks” dejaban de insistir con suma educación, hasta que llegaba otro vendedor@.
Después del almuerzo, esperaban nuestra salida para seguir con su actividad, llegados a un punto, le pregunte a nuestra guía Sanda, vista la insistencia y conocimiento del recorrido de los vendedores si recibían los guías comisión por las ventas, ella, se quedo perpleja con mi pregunta, pero tuve mi respuesta, que es la que me lleva a esta breve reflexión: dijo, aunque me la ofrecieran, no la aceptaría, ellos llevan varios meses sin ver un solo turista y este es su modus vivendi además de sus tareas habituales me siento muy orgullosa de poder compartir con mis compatriotas la posibilidad de ganar un dinero extra para la economía familiar, sin que Uds. se sientan molestos por ello, aunque comprendo que a veces tanta insistencia agobia, el rendimiento de sus ventas tal vez les alcance por insignificante que para Uds. sea la compra, para subsistir por unos meses o comprar artículos alimenticios que de otra manera no se podrían permitir, ¿Cómo iba yo a cobrarles comisiones?.
Me imagino que en estos momentos del relato vuestras mentes ya están dibujando paralelismos comparativos.
Ayer le decía a Albert Barra en un correo privado entre otras cosas la siguiente frase “Seria mas rentable llevar a mis empleados una semana a Myanmar que un seminario en la mejor escuela de negocios”.
Deseo que la interpretación de este post sea en sentido positivo y comparativo, leído de otra forma no tendría sentido alguno.
Hablando con mi compañera Montse que me acompaño en el viaje, de regreso haciendo comentarios acerca del servicio recibido por Sanda, me decía, si alguien tuviera que venderte el Arco iris, que prefieres, ¿alguien que te describa el proceso físico científicamente a la perfección o la descripción de un ciego?
Yo lo tengo muy claro, espero que vosotros también.
Saludos cordiales.
2 comentarios:
Joan ets enorme!
I no ho dic per les fotos, sinó per la qulitat humana que desprenen les teves paraules.
Felicitats per transmetre tant amb tan poc i per la iniciativa.
Una abraçada,
Pere
Gracies company, nomes fan efecte a la gent sensible com tu, es un plaer tenirte per amic.
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