Estaba viendo el debate político entre los dos candidatos a la presidencia de la nación, cuando en el intermedio he decidido no seguir con el debate.
Mientras estaban interpelándose en medidos tiempos sin posibilidad de interrumpirse, debería ser tan aburrido, o mi mente tal vez no este adaptada, que empecé a dar rienda suelta a la imaginación y buscar el símil entre ellos y el mercado.
Me calcé el zapato de consumidor, escuchando el debate de dos empresas que a priori deberían hablarme de las posibilidades de su producto que tanto necesito, pero de lo que no estoy seguro es de que sean las empresas ideales para abastecerme mis necesidades, les dedique mi tiempo en atender sus proposiciones.
Como demandante de servicios, escuche las propuestas, al principio me hablaban de las bondades de sus empresas, de sus procesos, de las dotaciones, de las capacidades, de las excelencias, para acabar interpelándose en el empeño de liderar en habilidades directivas, llegando a hacerse reproches en los procesos del pasado, competencia desleal, dumping, y otras practicas desleales, olvidando por completo que su única finalidad, en su tiempo limitado, era convencerme de las excelencias de sus productos y servicios.
En escasos treinta minutos, tenia claro que ninguna de las empresas que ellos representan, no iban a satisfacer mis necesidades, con lo que ahora tengo un problema, dado que no tengo mas empresas al alcance, he de elegir la menos perniciosa (salida única), otra alternativa es prescindir de sus productos y servicios, obligándome a un cambio de hábitos, o de sustitución.
Así deben sentirse la mayoría de las veces nuestros clientes, cuando actuamos como políticos, en la promoción de nuestros productos o servicios, mas empeñados en denostar el producto o servicio de la competencia ante la falta de argumentos de apoyo en defensa del propio.
Si de alguna cosa debería servirnos este debate, al menos en el ámbito empresarial, seria para corregir errores cotidianos en nuestra relación con el mercado.
Recordaba el manifiesto Cluetrain, mientras debatían, y me preguntaba, ¿conocerán el manifiesto?, ¿sabrán de la existencia de un entorno llamado 2.0? , ¿Imagináis a la política en este entorno?, yo hice el análisis, y he llegado a la conclusión, que ninguno de los dos, aguantaría.
Por suerte el mercado, puede elegir entre mas de dos empresas, y no dudara ni me dará el tiempo que les he dedicado en hacerlo si nuestro comportamiento se asemeja al de los dos candidatos.
He calmado mi intranquilidad, escribiendo y compartiendo con la comunidad mis preocupaciones, que a buen seguro más de uno a estas horas ya comparte.
Jamás hubiera pensado que política y empresa estaban tan cerca, estando tan lejos, si algo aprendí esta noche, es a compadecerme del mercado, y mi propósito de enmienda es intentar no parecerme en nada a un candidato cuando hable con mis clientes.
Saludos cordiales a todos.
Mientras estaban interpelándose en medidos tiempos sin posibilidad de interrumpirse, debería ser tan aburrido, o mi mente tal vez no este adaptada, que empecé a dar rienda suelta a la imaginación y buscar el símil entre ellos y el mercado.
Me calcé el zapato de consumidor, escuchando el debate de dos empresas que a priori deberían hablarme de las posibilidades de su producto que tanto necesito, pero de lo que no estoy seguro es de que sean las empresas ideales para abastecerme mis necesidades, les dedique mi tiempo en atender sus proposiciones.
Como demandante de servicios, escuche las propuestas, al principio me hablaban de las bondades de sus empresas, de sus procesos, de las dotaciones, de las capacidades, de las excelencias, para acabar interpelándose en el empeño de liderar en habilidades directivas, llegando a hacerse reproches en los procesos del pasado, competencia desleal, dumping, y otras practicas desleales, olvidando por completo que su única finalidad, en su tiempo limitado, era convencerme de las excelencias de sus productos y servicios.
En escasos treinta minutos, tenia claro que ninguna de las empresas que ellos representan, no iban a satisfacer mis necesidades, con lo que ahora tengo un problema, dado que no tengo mas empresas al alcance, he de elegir la menos perniciosa (salida única), otra alternativa es prescindir de sus productos y servicios, obligándome a un cambio de hábitos, o de sustitución.
Así deben sentirse la mayoría de las veces nuestros clientes, cuando actuamos como políticos, en la promoción de nuestros productos o servicios, mas empeñados en denostar el producto o servicio de la competencia ante la falta de argumentos de apoyo en defensa del propio.
Si de alguna cosa debería servirnos este debate, al menos en el ámbito empresarial, seria para corregir errores cotidianos en nuestra relación con el mercado.
Recordaba el manifiesto Cluetrain, mientras debatían, y me preguntaba, ¿conocerán el manifiesto?, ¿sabrán de la existencia de un entorno llamado 2.0? , ¿Imagináis a la política en este entorno?, yo hice el análisis, y he llegado a la conclusión, que ninguno de los dos, aguantaría.
Por suerte el mercado, puede elegir entre mas de dos empresas, y no dudara ni me dará el tiempo que les he dedicado en hacerlo si nuestro comportamiento se asemeja al de los dos candidatos.
He calmado mi intranquilidad, escribiendo y compartiendo con la comunidad mis preocupaciones, que a buen seguro más de uno a estas horas ya comparte.
Jamás hubiera pensado que política y empresa estaban tan cerca, estando tan lejos, si algo aprendí esta noche, es a compadecerme del mercado, y mi propósito de enmienda es intentar no parecerme en nada a un candidato cuando hable con mis clientes.
Saludos cordiales a todos.
2 comentarios:
Joan,
los dos hemos dejado de escuchar el debate en el mismo punto y pr el mismo motivo. Yo también me he puesto a escibir,pero de algo qu no tiene que ver. Porque a mi, por suerte para mi componente sicológico, no me importa demasiado.
En fin, de atención al cliente nada de nada. Pero, si tienes ganas, ponte a ver los comentarios de los telespectadores en general y de los contertulios post-debate en paricular. Nadie reconoce nada y nadie da subrazo a torcer. ¿Acaso no tenemos lo que nos merecemos?
Sus estrategias se basan en lso reproches. Creo que como bien dices haciendo un buen símil, los clientes necesitan respuestas y soluciones a los problemas y no excusa tras excusa.......
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