En función del guión que nos propone Jordi Casasayas, en la red social Turismo20.com, seria fácil responder a las preguntas.
Hay que hacer historia y ver de donde provienen las oficinas de turismo creadas en la etapa franquista por D. Manuel Fraga Iribarne bajo la tutela del Ministerio de información y turismo.
Inicialmente eran clientes cautivos del Tour Operador que no les dejaba ni tiempo para acercarse a la oficina de turismo a hacer preguntas, todo su tiempo estaba planificado y controlado, con la llegada de turistas en vehículos particulares, se empezó a distinguir entre unos y otros, y ahí tampoco se les llamo “Clientes”, eran conocidos por “Particulares”, la razón es muy simple, pagan mas que los otros.
Desde esta etapa, la función era responder a las preguntas de los turistas (que no clientes) ante su irrupción masiva en los destinos de moda en la época, Torremolinos, Mallorca, Tenerife y Gran Canaria, Lloret de Mar, Benidorm turistas que eran percibidos como fuente de ingresos en divisas para el equilibrio de la balanza de pagos estatal frente a la compra de crudos, desde esta etapa hasta nuestros días solo ha evolucionado la decoración de las oficinas.
Ya se que la afirmación precedente puede levantar criticas negativas en las personas que me lean y levantar nostalgias a muchos que ya deben peinar canas, pero esta es la realidad.
Hemos visto como las oficinas de turismo han irrumpido en la comunicación hacia el mercado al dictado mayoritariamente del empresariado de hosteleria quien todavía hoy dirige las estrategias en los municipios turísticos como principal industria, contribuyentes máximos de las finanzas municipales, participan de patronatos y oficinas turísticas orientando en la inversión de los recursos públicos en beneficios particulares.
¿Modelo obsoleto? Es evidente, en los inicios del siglo XXI, este modelo esta como poco para ser revisado.
Mi punto de vista al respecto se basa en un sencillo análisis, de la situación actual que rompe con esquemas y procesos anteriores.
El cliente ya no pertenece a nadie y seguimos todos pensando que es “nuestro”.
Primer punto a debatir.
El turismo es una actividad transversal, nos afecta a todos y a todos nos beneficia o perjudica.
Con lo cual deberíamos todos poder tomar decisiones al respecto, sin embargo no es así.
Con las nuevas tecnologías, ya debería estar instaurado el modelo de red social municipal al servicio del cliente, donde puedan interactuar todos los actores del proceso económico que la actividad genera.
En un sistema en red, desaparecen los horarios de atención al público con horarios de funcionario, que no de funcionalidad de servicio publico.
La oficina de Turismo local debería ser el nexo de unión entre el destino y los clientes, a modo de atención, un coste para el destino, nunca orientada a beneficios, y de existir estos deberían ser intangibles, de notoriedad y calidad percibida.
Estar enlazadas todas las redes a fin de aprovechar conocimiento y sinergias.
Hoteles, Bares, restaurantes, ocio, transportes, comercio, guías, servicios.
Con una pantalla en cada hotel en el hall, donde el canal municipal vaya proveyendo de noticias constantemente, actividades, celebraciones, animación, para dar información a los clientes sin tener que desplazarse a una oficina.
Generar políticas de fidelizacion por satisfacción aprovechando las nuevas tecnologías, el mercado son personas y estas hablan entre si, pongámonos a escucharles y satisfacerles.
Nada ni nadie dispone de mas tiempo ocioso que cuando estamos de vacaciones, a menudo nos aburrimos, hay que sacar partido a estos momentos, en las terrazas, en los salones, en la habitación, en los desplazamientos, son espacios desaprovechados para mandar mensajes, sin embargo invertimos grandes sumas para comunicar mientras duermen o cuando no nos quieren atender, tampoco hay que abusar de la comunicación masiva, “si no tienes nada nuevo que comunicar, mejor no hablar”.
Hasta aqui estaríamos en el apartado que nos solicitaba Jordi, referente a liderar y coordinar
Planificar y gestionar,
No soy particularmente favorable a que estas oficinas deban hacer semejante tarea, pero todo es revisable, de lo que si estoy convencido es de su titularidad municipal, si deciden entrar en el apartado de comunicación que no comercial, si deberían verificar el estado del producto a promocionar, con lo que vendrían a ocupar un nivel en la escala de control de calidad.
Promocionar:
Ya comente al paso de la pregunta precedente cual es mi opinión al respecto.
Comercializar.
Ahí estaría uno de los debates de rabiosa actualidad, existe una necesidad imperativa en los municipios turísticos que se llama financiación y que no se ha resuelto todavía, con lo que el pastel de la comercialización es apetitoso para cualquier político, si además solventa un problema crucial para un municipio turístico.
Mientras haya empresas locales dedicadas a la comercialización, creo que la opción pública debería quedar a lo sumo relegada a pactar con las empresas para que en caso de ser necesario sumar posibilidades, todo sea negociable.
Pero si que quiero dejar mi posición al respecto muy clara, si es para sumar esfuerzos aunque me repita, puedo entender propuestas, si solamente persigue un fin económico, mi respuesta es NO.
Creo que con este post doy respuesta al post de Jordi, con la esperanza de abrir la caja de Pandora en esta red social.
Será tema de debate, hacia que modelo quisiéramos proponer, pero me temo que de nuevo deberemos dejar que sea el cliente el que nos diga que desea, solo así tendremos las oficinas que el cliente espera encontrar.
Hay que hacer historia y ver de donde provienen las oficinas de turismo creadas en la etapa franquista por D. Manuel Fraga Iribarne bajo la tutela del Ministerio de información y turismo.
Inicialmente eran clientes cautivos del Tour Operador que no les dejaba ni tiempo para acercarse a la oficina de turismo a hacer preguntas, todo su tiempo estaba planificado y controlado, con la llegada de turistas en vehículos particulares, se empezó a distinguir entre unos y otros, y ahí tampoco se les llamo “Clientes”, eran conocidos por “Particulares”, la razón es muy simple, pagan mas que los otros.
Desde esta etapa, la función era responder a las preguntas de los turistas (que no clientes) ante su irrupción masiva en los destinos de moda en la época, Torremolinos, Mallorca, Tenerife y Gran Canaria, Lloret de Mar, Benidorm turistas que eran percibidos como fuente de ingresos en divisas para el equilibrio de la balanza de pagos estatal frente a la compra de crudos, desde esta etapa hasta nuestros días solo ha evolucionado la decoración de las oficinas.
Ya se que la afirmación precedente puede levantar criticas negativas en las personas que me lean y levantar nostalgias a muchos que ya deben peinar canas, pero esta es la realidad.
Hemos visto como las oficinas de turismo han irrumpido en la comunicación hacia el mercado al dictado mayoritariamente del empresariado de hosteleria quien todavía hoy dirige las estrategias en los municipios turísticos como principal industria, contribuyentes máximos de las finanzas municipales, participan de patronatos y oficinas turísticas orientando en la inversión de los recursos públicos en beneficios particulares.
¿Modelo obsoleto? Es evidente, en los inicios del siglo XXI, este modelo esta como poco para ser revisado.
Mi punto de vista al respecto se basa en un sencillo análisis, de la situación actual que rompe con esquemas y procesos anteriores.
El cliente ya no pertenece a nadie y seguimos todos pensando que es “nuestro”.
Primer punto a debatir.
El turismo es una actividad transversal, nos afecta a todos y a todos nos beneficia o perjudica.
Con lo cual deberíamos todos poder tomar decisiones al respecto, sin embargo no es así.
Con las nuevas tecnologías, ya debería estar instaurado el modelo de red social municipal al servicio del cliente, donde puedan interactuar todos los actores del proceso económico que la actividad genera.
En un sistema en red, desaparecen los horarios de atención al público con horarios de funcionario, que no de funcionalidad de servicio publico.
La oficina de Turismo local debería ser el nexo de unión entre el destino y los clientes, a modo de atención, un coste para el destino, nunca orientada a beneficios, y de existir estos deberían ser intangibles, de notoriedad y calidad percibida.
Estar enlazadas todas las redes a fin de aprovechar conocimiento y sinergias.
Hoteles, Bares, restaurantes, ocio, transportes, comercio, guías, servicios.
Con una pantalla en cada hotel en el hall, donde el canal municipal vaya proveyendo de noticias constantemente, actividades, celebraciones, animación, para dar información a los clientes sin tener que desplazarse a una oficina.
Generar políticas de fidelizacion por satisfacción aprovechando las nuevas tecnologías, el mercado son personas y estas hablan entre si, pongámonos a escucharles y satisfacerles.
Nada ni nadie dispone de mas tiempo ocioso que cuando estamos de vacaciones, a menudo nos aburrimos, hay que sacar partido a estos momentos, en las terrazas, en los salones, en la habitación, en los desplazamientos, son espacios desaprovechados para mandar mensajes, sin embargo invertimos grandes sumas para comunicar mientras duermen o cuando no nos quieren atender, tampoco hay que abusar de la comunicación masiva, “si no tienes nada nuevo que comunicar, mejor no hablar”.
Hasta aqui estaríamos en el apartado que nos solicitaba Jordi, referente a liderar y coordinar
Planificar y gestionar,
No soy particularmente favorable a que estas oficinas deban hacer semejante tarea, pero todo es revisable, de lo que si estoy convencido es de su titularidad municipal, si deciden entrar en el apartado de comunicación que no comercial, si deberían verificar el estado del producto a promocionar, con lo que vendrían a ocupar un nivel en la escala de control de calidad.
Promocionar:
Ya comente al paso de la pregunta precedente cual es mi opinión al respecto.
Comercializar.
Ahí estaría uno de los debates de rabiosa actualidad, existe una necesidad imperativa en los municipios turísticos que se llama financiación y que no se ha resuelto todavía, con lo que el pastel de la comercialización es apetitoso para cualquier político, si además solventa un problema crucial para un municipio turístico.
Mientras haya empresas locales dedicadas a la comercialización, creo que la opción pública debería quedar a lo sumo relegada a pactar con las empresas para que en caso de ser necesario sumar posibilidades, todo sea negociable.
Pero si que quiero dejar mi posición al respecto muy clara, si es para sumar esfuerzos aunque me repita, puedo entender propuestas, si solamente persigue un fin económico, mi respuesta es NO.
Creo que con este post doy respuesta al post de Jordi, con la esperanza de abrir la caja de Pandora en esta red social.
Será tema de debate, hacia que modelo quisiéramos proponer, pero me temo que de nuevo deberemos dejar que sea el cliente el que nos diga que desea, solo así tendremos las oficinas que el cliente espera encontrar.
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