Como cada año en estas fechas abre sus puertas el escaparate surrealista de un país que se desenvuelve entre la solicitud de ayuda económica a Bruselas y el lujo desmedido para mostrarse al mundo como paradigma de la ostentación mas allá de lo racional, pero los que llevamos años asistiendo al evento, estamos acostumbrados a mas de lo mismo, aunque en las ultimas ediciones corregido y aumentado.
Fitur ha quedado desfasada, no en cuanto instalaciones, ni a servicios, ni a capacidad de alberge de pabellones, en su filosofía en general.
Largas colas en los registros, (sistema arcaico) que se da de bruces con el amplio espacio dedicado a las nuevas tecnologías, pero imagino que como el resto es fruto de los hábitos que se arrastran a lo largo de los años.
No es un critica a lo que viene siendo habitual, ya lo hemos dicho año tras año, esta edición me dedique a la observación y al comportamiento de los visitantes de Fitur, dedican mucho tiempo a la conversación fuera de los stands a excepción de los que dan comidas y bebidas, que concentran publico en horas concretas, mas allá de las visitas concertadas de cortesía que de cierres de contratos.
No se cuales serán las cifras finales, ni los retornos de las inversiones (debería hacerse para saber si sigue siendo rentable asistir a una feria) pero me temo que no cuadraran (como siempre) entre las suministradas por la institución con las de los expositores, aunque el año próximo todos volverán a estar, a menos que ocurra una catástrofe de tamaño inimaginable.
Fitur nos bastaría con que fuera un espacio abierto, con sillas y bebidas donde poderse encontrar con la gente que conoces.
Los negocios ya los cerramos con un e-mail o una visita en la empresa de nuestro interés.
A mis amigos siempre les cuento que Fitur es lo mas parecido a los entierros, no en la causa si no en lo que se refiere a lo social, espacio donde te reúnes por un motivo puntual con todos aquellos familiares que nunca tienes contacto, amigos, conocidos etc. Dura lo que dura y hasta el próximo sepelio, con la esperanza de que no sea el tuyo.
La pincelada social por excelencia fue la fiesta de presentación del flamante estreno del Conseller y Directora General de mi comunidad en su puesta en escena, los que asistimos a la “homilía” disfrutamos de la novedad y del cocktail que nos ofrecieron, ahí si se noto la austeridad.
Me moví básicamente entre el Stand de Catalunya i Fiturtech, en referencia al segundo, que adquiere año tras año mas relevancia, hecho de menos en las exposiciones personajes de la distribución o comercialización, y discusiones entre modelos, ha quedado relegado a exposiciones de tecnología “innovadora” a menudo presentado por personas muy cualificadas tecnológicamente, pero que desconocen al sector, buscando un hueco para penetrar en el mundo del negocio turístico, a base de promulgar beneficios a muy corto plazo basándose en el “miedo”.
Un año mas se cierra el sepelio, nos vamos a casa agotados, de paseos, pasar horas y horas de pie, cenas, salidas, discotecas, y si nos preguntan por el como te ha ido la Feria, la respuesta siempre suele ser que en Casa Lucio ponen unos huevos estrellados de muerte.
Saludos a todos desde la Costa Brava
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