jueves, 22 de julio de 2010

Entrevista



Os dejo copia de la entrevista que me hizo mi buen amigo Juan Sobejano al que tengo como hermano, un personaje que me encontre en la red, que lo conozco, y que desde hace tiempo compartimos inquietudes sectoriales y una amistad desde la distancia pero cercana os dejo el enlace al originalhttp://www.blogtrw.com/2010/07/entrevista-a-joan-gou-propietario-de-viatges-maritim-s-a/


-Hola Joan, antes de nada preséntate a los lectores

Joan Gou i Campamar 01/05/1956 agente de viajes receptivo ubicado en la Costa Brava ,desde 1985 con empresa propia, Viatges Maritim,s.a. he desarrollado toda mi vida profesional en el sector turístico, en dos facetas sectoriales , hoteles y agencias de viajes.

-Tú tienes una agencia de viajes receptiva en Lloret de Mar, Viatjes Maritim, ¿cómo se presenta la temporada?,

Incierta seria una respuesta correcta pero ambigua, supongo que tu pretensión es que me moje.

Cada empresa tendrá sus particularidades, centrándome en tu pregunta es cierto que probablemente cerraremos con una sensible bajada en número total de clientes (pronto para determinar cifras absolutas), aunque asumible en el contexto económico, después de ajustar las previsiones presupuestarias, sin necesidad de hacer ajustes en la plantilla.

-¿Has notado muchos cambios a la hora de reservar por parte de los clientes? ¿Qué parte crees que es culpa de la crisis?

Realmente en mis procesos no se han detectado cambios ni de habito ni de consumo, ya que mi clientela es estable, fiel, y repetidora (68%), es evidente que cuando desconocemos las causas que determinan ciertos comportamientos de los clientes se busquen en el entorno inmediato, ahora le toco a la crisis, de no haberla habido, la responsabilidad hubiera recaído sin lugar a dudas en los mundiales de futbol como en años precedentes sin crisis, la cuestión es justificarse.

-¿Cómo está afectando esta crisis a los destinos de sol y playa?

La crisis actual como la entendemos (financiera e inmobiliaria) desde mi punto de vista no tiene una incidencia de forma directa, los destinos de sol y playa padecen una crisis endógena desde hace mucho tiempo con altas oscilaciones que enmascaran constantemente los resultados, esta sencilla pregunta podría en si misma generar un gran debate (que por otra parte ya se ha llevado a la red en más de una ocasión) en las cuales muchos convergemos en el diagnostico.

-¿Crees que va a cambiar el sector de algún modo después de la crisis? ¿En qué?

La crisis entendida por muchos como situación pasajera para regresar al pasado no cambiaría nada en absoluto.

Si entendemos la crisis actual como cambio de modelo productivo y social comparándolo como fue la evolución del sistema industrial al tecnológico, es evidente que introducirá cambios a los que habrá que adaptarse, puesto que el primero en demandarlos será el mercado.

Respondiendo a ¿en qué?, de saberlo te lo diría, pero sí que puedo decirte en que no desde mi punto de vista.

No se pasara en los hábitos de consumo de los clientes de los modelos de compra tradicionales a los tecnológicos , como muchos promulgan con la facilidad en que se pretende, haciendo penetrar de forma forzada afirmaciones tendenciosas tales como a modo de ejemplo como que los anhelos de los productores o prestatarios coincidan con los de los usuarios, estos últimos de momento se comportan en buscar información y en función del valor, determinan donde obtienen más garantías en su compra (valué for Money) Internet o en presencial.

-Tú has formado parte de la evolución de la llamada Web 2.0 en el sector turístico, ¿cómo has visto la evolución?

Digamos que me pillo paseando por ahí y me invitaron (entre otros tú fuiste uno de ellos, mi gratitud por ello) a subir al tren, encontré pocos entre la muchedumbre, aunque buenos compañeros de viaje y probablemente hoy esté en condiciones de analizar cuál es mi punto de vista al respecto.

Constantemente suben al tren unos personajes singulares, una especie de predicadores (por llamarlos de algún modo) anunciando el fin de un modelo en beneficio del supuesto cliente (que además creen que el cliente soy yo), suelen finalizar sus pregones con frases como estas “si no aplicas estos conocimientos, es tu fin”, la mayoría de ellos desconoce el sector turístico.

Sector que adquiere conocimientos en tecnología, basándose en dos profecías, “bajos costes o gratuitos de inversión iniciales” Y “todos los clientes están ahí esperando su oferta”, ninguno de los dos son ciertos.

El mercado sigue aborregado esperando ofertas que comiencen por “gratis”.

Aunque también sabe que “todo cuesta” y que nadie trabaja “Gratis” comenzando por ellos mismos, en consecuencia entre el deseo y la realidad se impone esta última.

Se está generando una nueva oleada de “picaros” (a ambos lados del proceso, evangelistas y productores) muy “nuestro” dicho sea de paso, en el momento que el nivel de fiabilidad del mercado se equilibre con la realidad, veremos como el nivel de exigencia del mercado ira subiendo el listón de la demanda en fiabilidad y garantías en detrimento de precio.

De todo este barullo, surgirán nuevos modelos sin duda alguna, por el momento los desconozco, aunque de algo sí que estoy plenamente convencido, el modelo actual pregonado no me sirve, ni a mí, ni al cliente, el hecho de que no haya más modelos donde elegir (actuales/tradicionales) no significa que el mercado ya los haya aceptado por mucho que algunos se empeñen en hacerlo creíble.

-¿Qué ves de burbuja en todo este tema? ¿Piensas que estamos sobrevalorando los medios sociales?

No sabría si llamarlo burbuja, centrándome en mi experiencia, sigo siendo la misma persona, con perfil en medios o sin ellos, mis relaciones creíbles siguen siendo socialmente hablando presenciales, lo que me facilita la tecnología es tener acceso a personas que jamás habría sabido de su existencia, mi gratitud hacia estas empresas que nos lo han facilitado, el resto sigue estando en mis manos.

Probablemente para otros sectores productivos la novedad de las redes sociales ha abierto una puerta a la esperanza en las interacciones con el mercado, para el sector turístico simplemente ha ayudado a ampliarlas y potenciarlas, este sector siempre vivió a caballo de las relaciones publicas y la conversación con los clientes, bendito sector privilegiado, aunque muchos aun no se han enterado.

-¿Cómo crees que evolucionará la utilización de los medios sociales en el sector? ¿Se comprometerán las empresas en su uso y lo integrarán en su gestión?

Como sector ampliamente hablando, habrá velocidades distintas de adaptación, muchos ya saben que para tener una imagen irrefutable en la red hay que haber hecho antes los deberes de calidad y prestación de servicios y eso equivale a invertir recursos económicos (el miedo a la crítica del cliente a sabiendas que será negativa, frena su presencia en las redes) ventaja competitiva para aquellos que estén tranquilos y orgullosos de sus procesos.

Si la tendencia mayoritaria va en esta línea, no les quedara más remedio que adaptarse a esta nueva realidad, pero como alguien dijo (Alfonso Duran Pich) no se puede pasar de la Cabra a Internet de la noche a la mañana.

-Tú estás muy implicado, por razones obvias, en la promoción de los destinos, ¿qué valor le das al papel de la administración y cómo lo está haciendo?

Las administraciones para mi, están todas suspendidas. (Por poner un adjetivo benévolo).

No tienen estrategia, no tienen objetivos, no son capaces de controlar la oferta (ni pública ni privada) sin embargo invierten en promocionarla con todos sus esfuerzos y recursos (es la única actividad productiva a la que el estado paga la promoción de la actividad de empresas privadas con cargo a los presupuestos generales).

Cuando me refiero a controlar la oferta, me estoy refiriendo en la verificación sostenida en el tiempo de aquellas licencias de apertura que en su día concedieron y que se olvidan de ello al día siguiente, por consiguiente es una promoción a ciegas.

Mismo esfuerzo en la oferta de calidad como en la obsoleta, no hay distinción, “Everything under the Sun”

Obedecen a la demanda de los grupos de presión (sector de hostelería) cerca del gobierno (sea central o autonómico).

Los únicos datos publicados al final de una temporada turística son la cifra invertida y número de visitantes, (siempre creciente) en escuetas notas dadas por el ministro de turno en la prensa sectorial.


-¿Hasta qué punto ves interesante y válida la estrategia que están siguiendo algunas comunidades autónomas al considerar como competencia directa a otras? ¿Crees que es una estrategia adecuada o consideras que es una manera de manejar escenarios de suma cero?

Las comunidades gastan ingentes sumas en promocionar lo que ellos llaman destinos, cuando en realidad subvencionan la promoción de la oferta privada.

Es evidente que si un hotel compite con su vecino, las comunidades compitan entre sí, la competencia es además de recomendable muy saludable, siempre que se entienda como barómetro para medir la calidad percibida por los usuarios y herramienta de mejora constante.

Creo que esta segunda parte ya la respondí en la pregunta anterior, ni hay estrategia ni hay objetivos, en el caso de que alguien se sienta molesto por estas afirmaciones, no tengo inconveniente en debatirlo y demostrarlo, coincido con bastantes compañeros sectoriales que la administración sigue un camino paralelo al nuestro, con una diferencia distinta, se limitan a gastar (que no invertir) en promocionar, mientras el resto hemos de generar resultados positivos y dar explicaciones, en este último párrafo creo que doy por contestada la última pregunta del tema.

-¿Cómo crees que se está gestionando la promoción de las marcas de los destinos? ¿Crees que tenemos demasiadas marcas y habría que agruparlas o consideras adecuada esta estrategia?

Vivimos en un país de países, de múltiples destinos, podemos verlo como riqueza o deficiencia de orden, yo prefiero verlo como riqueza.

La segunda parte de la pregunta es opinable en preferencia a los gustos del lector, unos pensaran que si hay demasiadas y otros se conforman en visionar mentalmente la más cercana obviando a las demás.

Como parto de la base que no hay estrategia, difícilmente puedo pensar que tanta marca obedece a alguna.

Al no tener visión de destino como país, cuesta aceptar que dentro del mismo hay destinos distintos, El Alcalde considera la oferta de su municipio única, El Consejero considera la oferta de su comunidad única.
El ministro afirma que somos un país es líder, y probablemente si en su mano estuviera la posibilidad de imposición, impondría una sola marca (la suya).

-¿Qué crees que ha de cambiar en la gestión de la promoción de los destinos para sacar el mayor partido?

Desde mi punto de vista hasta que un alcalde (unidad básica de salida) no asuma la realidad de su municipio como destino (y no solo como agrupación de empresas y paisajes fuentes de ingresos) y lo posicione en el lugar que le pertenece en relación sus competidores más inmediatos, no tendrá una visión real de situación de su municipio, solo así podrá diseñar estrategias y marcar objetivos, que han de ser compartidos y respaldados por sus conciudadanos (todos) no solo el sector turístico, y así con el Conseller/Consejero de su comunidad, poder presentar a la administración central un proyecto integrado, creíble, defendible, aplicable y medible.

Esto que acabo de describir, que además de sencillo es entendible, puro sentido común, aun está por hacerse, independientemente que cada uno de ellos guarde en las estanterías de sus despachos más de un plan estratégico, excelencia, o estudios de mercado.

-Recomiéndanos un viaje para estas vacaciones

El mejor viaje es aquel que es deseado, compartido y posible, independientemente del destino.

-Una buena película para ver

No soy cinéfilo, hace muchos años que no voy al cine ni veo películas en televisión, prefiero, libros, debates, redes sociales, y sobre todo café con amigos y tertulia, cuestión de prioridades.

-Un buen libro que leer
Mis últimas lecturas, son:
“Es sabrá tot” de Xavier Bosch
“El poder de la mente” de Eduardo Punset,
“No miedo” de Pilar Jericó


-Un buen restaurante donde comer

Podría citarte muchos, pero se podrían enfadar los no mencionados por olvido.

Me gusta volver donde me tratan bien, la calidad es buena y el precio adecuado.

En LLoret de mar (mi ciudad) hay buenos restaurantes que cumplen con mis deseos.

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